2014: Arzua-Santiago de Compostela

Un buen desayuno en un bar cerca del albergue es el último contacto que tenemos con Arzua. Justo se abre un poco la mañana comenzamos el Camino.

Más en silencio de lo normal. A aquellas horas hace frío. Se aguanta, pero no te apetece hacer mucha broma. Hoy llegamos a Santiago. Los siete del grupo venimos de diferentes lugares y cuando lleguemos a Santiago volveremos a nuestro entorno. Delmi y Raúl se vuelven seguramente esta tarde o mañana temprano a Cartagena. En cada etapa se lo han montado perfecto. "Cuando lleguemos veremos lo que hacemos". 

Antonio, Chus y Jesús se irán a ver a sus familiares (que aún no saben que venían, jaja!) y antes de una semana volverán a su día a día en Andujar. Miguelón volverá a su tierra vasca, Donosti y yo seguiré Camino hasta Finisterre antes de volver a casa.

Y solo somos 7 personas. En Santiago, en la plaza Obradoiro cada momento va llegando gente, a pie o en bici pero es un "llegar" constante. Porqué?

Tu que estás leyendo este blog seguro que también te lo has preguntado. No se si has echo el Camino, pero seguro piensas igual que yo. ¿Porqué tanta gente lo hace o le gustaría hacerlo.

Los que no lo han echo, han oído hablar del Camino, han leído, han visto y les ha entrado ganas.

Pero los que lo hacen..porqué? Que impulsa a una persona con silla de ruedas y tres amigos más a hacer el Camino. Dos, tres, cuatro etapas..no ser. Pero fue un momento inolvidable. Empujando con sus brazos, moviendo la silla con toda su fuerza, hacia adelante -siempre hacia adelante-, en una zona de piedras y con una leve subida. Admirable él y sus amigos que le acompañaban.

O porqué hacer el Camino corriendo, con una pequeña mochila y recorriendo -según nos contaron- unos 60 Km cada día, solo, con sol o lluvia. Que lleva aquel chico a hacer esta "gesta". Y aquella chica, sola, con la mochila pegada a su cuerpo y ella con todo su cuerpo apoyándose en un palo alto, caminando coja. Necesitas algo?, le preguntas. Todo OK? Yes, thankiu! Y ni está yes ni puede más, pero esta andando, despacio, metida en su propio mundo y avanzando en el Camino.










Encontramos a un asiático con un skate y encima de este, una mochila importante (grande). Alucinante. Otro día, un señor mayor tirando de un carro donde llevaba sus cosas. En zonas llanas muy bien, pero en las subidas o bajadas debía sufrir de lo lindo.

Estoy convencido que nadie hace el Camino porqué si y muy pocos lo hacen por un solo motivo. También los hay, evidentemente, pero pocos. Encontramos un grupo de chicos que hacían "carreras". Piñón fijo y a correr. Posiblemente se descargaron alguna foto del Google porqué dudo que disfrutaran el Camino, pero... es su Camino. Respetable.

Lo que yo puedo decir es que por el Camino encontré ha mucha gente que lo había echo, muchos que lo intentaron pero tuvieron que volver antes de llegar al final y muchos que lo hicieron andando y que volverán para hacer las etapas que les faltan. A todos les brillan y se les abren los ojos cuando te lo cuentan.

Delmi y Raúl (padre e hijo)

A primera hora de la tarde llegamos a Santiago, después de recorrer el Camino cerca del aeropuerto, de pasar por el Monte do Gozo (cuando a llegas a él SI que ya puedes decir que has echo la última subida). Pero es esta una zona curiosa: encuentras mil excusas para no llegar. En mi primer Camino viví lo mismo. Ahora paramos a comer algo, ahora hacemos una cervecita. Ilusión por llegar no falta. Ganas de llegar al final: ninguna. Se esta terminando una maravillosa... "aventura?"

Después de la desbordante alegría cuando llegas a Obradoiro, el cuerpo se estremece. Yo llevaba 16 etapas, 16 dias en bicicleta, subiendo y bajando montañas, con calor i frío, salidas y puestas de sol, momentos agradables y momentos duros. Mis primeras etapas fueron complicadas. Lo pase mal, pero habia llegado a Santiago contento y muy satisfecho de mi mismo.

Por un momento muchas cosas pasaron por la cabeza y la misma alegria empezó a derramarse, limpiando las pupilas y pestañas. Estábamos esperando la credencial de peregrino. LLevaba echos uns 1.300 Km.



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