A las 7,30h ya estaba preparado para empezar el camino. Fué agradable ver que muchos de los que ibamos en bici saliamos a la misma hora. Salen unos, ahora otros, detrás mio salen otros, ... todos buscamos las flechas amarillas que nos están guiando a Santiago.
En uno de estos momentos me encontré con un chico que iba en bici, que iba solo y que estaba buscando flechas. Le saludo, le indico una flecha y continuamos. Entablamos conversación y poco a poco hacemos camino.
El no sabé exactamente que hacer. Poco a poco nos explicamos lo que llevamos hecho del Camino, porques y razones. La conversación lo lleva. Decidimos ir juntos. El tiene con quien hablar y compartir el camino y yo también. Dejo de sentirme solo. Iremos juntos.
Por el camino tambien nos encontramos a la pareja que comenté ayer, los de Andujar (Antonio y Chus) y fuimos los cuatro haciendo Camino a ratos.
La etapa no fué dura pero si larga. Con Miguelón, a la llegada del Alto de Mosterales, decidimos darle un leve rodeo, pues el Camino es muy largo y otros esfuerzos nos esperan.
La llegada a Carrión de los Condes fué agradable, a primera hora de la tarde. Con Miguelón, nos alojamos en el alberge del Espirito Santo. Fantástico. Gestionado por unas monjas deliciosas, camas individuales, limpio, tranquilo, ...
Coincide que más ciclistas tambien se hosperaron en el misma albergue, cosa que facilitó que todos saliamos más o menos a la misma hora el dia siguiente.
Con Miguelón Dimas una vuelta por Carrión, cenamos temprano y la casualitat hizo que nos encontráramos con una pareja (padre e hijo) de Cartagena.
Quedamos para salir juntos al dia siguiente. Y así fué.
Està etapa no tiene más cosas especiales. Bien, si hay una que es importante: voy con un colega.
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